lunes, 26 de agosto de 2013

CAPITULO 3: "Conclucion : Vampiro "

¿que diablos acaba de pasar? No había sido un sueño... Había sucedido en realidad... ese extraño sujeto de cabello blanco en verdad existía y había mordido mi cuello... 
Pensar en todo eso me agotaba, y gracias a ello tampoco pude dormir adecuadamente esa noche, cada vez que serraba los ojos estaba ese sujeto extendiendo su mano hacia mi y sonriendome. 

¿Que diablos? El era peligroso, es decir ¿Que persona normal muerde a la gente que ni siquiera conoce? ¿Por que soñaba con él?

Solté un suspiro mientras caminaba por el pasillo de la escuela buscando llegar a mi salón. Estaba segura de que tenia aspecto de Zombie esa mañana, ni siquiera había desayunado correctamente, toda esa situación me afectaba mentalmente y demasiado.

Tire mis cosas sobre la mesa para después dejarme caer sobre mi silla y mirar por la ventana.

-Yume-chi! Yumeko-chan! Oye! Yume!! ¿me escuchas?- pregunto insistentemente una voz condenadamente familiar interrumpiendo mi descanso mental.

-Fujimoto-san, te equivocaste de salón, el tuyo es el 1-C - respondí inexpresivamente buscando molestarla.

-¡¡Soy "Hana-chan"!! te lo he dicho muchas veces Yumeko-chan!-reprocho enseguida inflando infantilmente sus mejillas logrando parecerme mas tierna de lo habitual.

Era una chica de pequeña estatura y cabello rojizo corto hasta el hombro de piel clara y ojos color verde oliva. En realidad era mi amiga de la infancia, nos conocemos desde el preescolar y siempre le había molestado que la llamara por su apellido.

-Si,si- respondí tratando de parecer desinteresada.

-Mô...Yumeko...- se quejo frunciendo el ceño con molestia.- y yo que venia tan animada- dijo mientras se cruzaba de brazos y me miraba finjiendo estar molesta.

-¿huh?- pregunte mirándola. Ella comúnmente es animada y todo, pero cuando lo dice es porque le ha pasado algo bueno.

-Mira!- me contesto con emoción-¿has oído hablar de él?-pregunto mientras extendía un libro a mi con una gran y brillante sonrisa.

El libro lucia de una 400 hojas, tenia una portada de una copa con sangre en ella y el fondo negro. El titulo del libro estaba escrito con letras gótica y de un color rojo opaco.

-hummm nop- conteste mientras tomaba el libro y lo ojeaba rápidamente.

-trata de vampiros- comento sonriendome.

"vampiros" "vampiro" esa palabra resonó en mi mente haciendo aparecer una imagen del chico peliblanco que me había mordido. 

Como si pudiera ser. Los vampiros no existen... son solo producto de alguna mente retorcida... ellos... ellos no existen... ¿o si? Claro que no. Imposible ¿por que diablos considere esa opción? Aquel chico posiblemente era alguien que necesita ayuda psicológica, esos tenebrosos ojos seguramente eran solo pupilentes y esa pálida piel maquillaje corporal o herencia de algún familiar, pero... ¿y esa helada piel?.

El sonido de la campana sonando me hizo salir bruscamente de mis pensamientos logrando casi hacerme dar un brinco sobre mi asiento.

-Debo irme, me toca Eiko-sensei en la primera hora- aviso Hana al oir el sonido de la campana.

-Eh... si- respondi regresandole el libro que me habia mostrado. Despues de eso se retiro casi corriendo.

Solte un suspiro y nuevamente me deje caer sobre la mesa. 

-vamiro...- murmure mienras serraba mis cansados ojos e imaginaba al chico de cabello blanco que me habia atacado.

¿no era demasiado imposible? Es decir... los vampiros son solo ficticios ¿no es asi? y... de otra forma, si aquel chico fuera un vampiro, ¿no deberia yo estar ya muerta? tengo que entendido que ninguna victima vivia para contarlo, morir o volverse uno de ellos. Asi es como lo cuentan las novelas y peliculas de ficcion.

Mire mis palidas manos, si bien estaban algo frias aun estaban vivas al igual que mi latiente pecho. 

Esa idea no habandono mi mente en todo el rato... ¿aquel chico era humano? probablemente no, sus extraños ojos, su atractivo rostro, su helada piel, su hipnotozante y seductora voz... Sin mencionar que me habia mordido... ¿posiblemete era un vampiro?

La camoana sono anunciando el receso, cada vez me concentraba menos en las clases que ni cuenta me daba cuando estas acababan. 

Me levante rapidamente y casi corriendo me dirigi al salon de Hana, quien al verme fuera de su aula salio a recibirme.

-¿Yumeko-chan?-pregunto al verme tan agitada.

-Hana...él libro... ¿puedes prestarmelo?-pedi tratando de calmar mi respiracion. Pensaba que quizas esa novela podria ayudarme un poco para saber mas del tema.

-Lo lamento, en realidad no es mio-respondio la peliroja mirandome aun -pero puedo pedirle a Yumi que te lo preste- dijo sonriendome -¿te intereso?- pregunto sin perder si sonrisa.

-la verdad es que deseo saber mas sobre vampiros- conteste mirandola.

-¿saber mas? entonces preguntale a Yumi!! ella es un otaku de los vampiros-sugirio pareciendo emocionarse.
-¿eh? ¿"Yumi"?-repeti desconociendo aquel nombre.

-sip, espera- contesto antes de girarse al otro lado -¡¡¡YUMI!!!¡¿PUEDES VENIR UN MOMENTO?!-grito la pequeña peliroja frente a mi. Gire mis ojos al lugar donde ella gritaba para ver a quien se dirigia.

-¡Maldicion! Fujimoto-san, mi nombre es Yumishiko,no "Yumi", y ¡llamame x mi apellido!- contesto en quejido aquella chica mientras se acercana a regañadientes.

-Aoyama-san...- murmure al verla.

domingo, 25 de agosto de 2013

Capitulo 2: "Sueños y Coincidencias"

Capitulo 2: "Sueños y Coincidencias"

Abri mis ojos de golpe provocando un repentino y debil dolor en el interior de mi cabeza.

-ah...- me queje poniendo una de mis manos sobre mi craneo 


-Yumeko, ¿estas bien?- escuche preguntar a una voz familiar para mi.


-Si... creo... ¿donde estoy?- cuestione mientras miraba a mi alrededor confundida.


-Estas en tu habitacion- respondio mi madre quien estaba sentada en el borde de mi cama - nos preocupamos mucho cuando Koho-san te trajo anoche, dijo que te habia encontrado inconciente a mitad del parque- comento sin dejar de mirarme preocupadamente.


-¿inconciente?- repeti conmocionada.


-si, Yumeko, ¿estas bien?- volvio a preguntarme mientras ponia su mano sobre mi frente.


En ese momento una imagen se vino a mi mente: El parque nocturno y un apuesto chico de cabello blanco y ojos que daban miedo. Lleve mi mano derecha inmediatamente a mi cuello donde en mi sueño el chico me habia mordido.


-Estoy bien, solo que ayer fue un dia agitado, supongo que me desmaye debido a eso- respondi sonriendo mientras me relajaba.


-... ya veo...- respondio mi madre sin dejar de posar sus azulados ojos sobre mi.


-Es enserio- insisti antes de quitar la cobija que cubria mi cuerpo - estoy bien mamá- repeti mirandola a los ojos.
Ella suspiro y se levanto de mi cama.


-Entiendo, cambiate entonces para ir a la escuela- dijo acariciando mi negro y largo cabello antes de retirarse de mi cuarto.


Me levante de mi cama para dirigirme al baño y al verme al espejo note algo que me sorprendio.


Retire algunos mechones que obstruian la vista en plenitud de mi yugular para poder ver mejor. Dos diminutos puntos estaban cerca de mi clavicula pareciendo ser picaduras de insecto, pero... ¿Lo eran? Nunca antes un bicho habia dejado marcas diminutas y a una distancia tan proxima. Una escena de mi sueño se vino a mi cabeza en ese momento, aquel apuesto chico habia me mordido.


-imposible-murmure mientras ocultaba una risa, era estupido pensar que ese sueño habia sido verdad ¿no es asi? .


Aunque me habia dicho eso a mi misma esa idea no dejo de rodear mi mente en todo el dia. Era imposible, por dondequiera que fuera visto, ¿que clase de persona muerde a otra? y lo que era mas ¿por que dejaria dos pequeñas marcas?, era una idea estupida, seria una idiota si creyera que esa vision del atractivo chico habia sucedido en realidad.


Suspire y deje caer mi barbilla contra mi mesa, todo el dia habia estado distraida pensando en ello qe ni siquiera me habia dado cuenta que ya habian terminado las clases.


-diablos- murmure mientras comenzaba a guardar mis cosas en mi maletin y me levantaba de mi lugar.


-Himeji-san, hoy te corresponden los deberes- anuncio Izana Aoi, la tipica representante de clase que hace babear a los estudiantes, ella es alta, de unos 168 cm, su piel es palida, casi como la mia, su cabello castaño claro y largo hasta los muslos y sus ojos son de un color dorado tipico en los habitantes del pueblo, pero aun asi no dejan de ser hermosos, sin mencionar que es reservada y de alguna manera el uniforme encaja a la perfeccion con su cuerpo.


-Ah, lo habia olvidado- respondi mirandola- gracias-complete antes de salir del aula dejando atras mis cosas.


Ah... estaba demasiado distraida, ¿por que demonios me preocupaba un tonto sueño y unas inocenes marcas de insecto?.


Comenze a asear el salon proponiendome a m
i misma dejar de pensar en eso, no valia la pena perder el tiempo en esa clase de cosas sin sentido.


Mira la ventana despues de un rato, ya estaba oscurenciendo, el color del cielo era rojizo y unas estrellas comenzaban a aparecer, me habia tardado demasiado limpiando el salon. Me apresure lo mas posible en terminar de una vez y tras dejar cada cosa que habia usado en su lugar sali finalmente del edificio escolar.

En realidad no habia peligro de salir noche, era un pueblo tranquilo y como la poblacion era poca todos nos conociamos, o al menos todos conocian a mis padres, sin mencionar que cuando anochecia ya no habia nadie en las calles pues la hora de dormir era acostumbrada al oscurecer.


Sin embargo, un extraño sentimiento me inundo repentinamente, sentia escalofrios y las piernas comenzaban a temblarme, y tampoco el frio viento de otoño que se presento de pronto ayudaba mucho en esos momentos.
No supe en que momento comenze a caminar con tanta rapidez, estaba casi ya corriendo cuando me di cuenta. Pero algo me obligo a frenarme y mirar hacia atras.


Una silueta familiar se hizo presente ante mis ojos mientras caminaba, me detuve y mire temblorosamente hacia atras para confirmarlo.


-Buenas noches, Himeji-san- saludo aquel chico de cabello blanco y piel palida mientras curveaba sus labios en una media sonrisa y mirandome fijamente con sus oscuros y atemorizantes ojos.


En ese momento me quede en shock. Ese...Ese chico estaba en mis sueños de la noche anterior... asi es, solo un sueño... ¿Entonces por que...?


-¿Me recuerdas?- pregunto en tono burlesco antes de dar pasos hacia mi y extenderme su palida mano.


-Espera... ¿Quien...quien eres?- interrogue tambaleante mientras retrocedia asustada y confundida.


-...- él sin responderme permanecio sonriendo y caminando hacia mi.

Decidi correr al ver sus tenebrosos ojos fijos sobre mi, pero era demasiado tarde, una blanca y fria mano sujeto mi brazo impidiendome huir.

-Para...detente...-murmure aun confundida por la situacion. Mas el sin embargo siguio acercando su rostro a mi y se dirigio de nuevo a mi cuello -DETENTE!!!-grite al sentir su helado aliento sobre mi calida piel.

El se aparto enseguida y dando una rapida mirada hacia atras de él maldijo y escapo corriendo.

-¡¿Yumeko-chan!?-se acerco preguntanto unos segundos despues Taito-san,un anciano que me conocia desde que yo habia nacido.-¿Pasa algo?- cuestiono aproximandose mas a mi dejando ver su preocupacion en su arrugado rostro.

Me limite a negar con la cabeza sintiendo alivio en mi interior.

-No pasa nada, un... un bicho se acerco demasiado a mi y me sorprendio- menti poniendo una mano sobre mi aun exaltado pecho.

No es como si pudiera decirle la verdad.Ni siquiera yo la creia, ¿un chico me acababa de atacar? vamos, es un pueblo tranquilo.

-Ya veo... Bueno, me alegra que estes bien, como sea, se hace tarde, ve a casa con cuidado - dijo sonriendome.

-si, muchas gracias- respondio haciendo una reverencia antes de seguir mi camino a casa.

...¿que diablos acaba de pasar?...

Capitulo 1: "el primer encuentro"


Mi nombre es Himeji Yumeko, todas las noches una extraña pero hermosa persona viene a mi habitacion a visitarme.
El posee realmente una belleza fuera de lo humano, bueno...en realidad el no es humano... Y no viene solo a visitarme....

Lo conoci hace 6 noches, yo caminaba de regreso a casa, me detuve por un momento en el parque para descansar pues habia sido un dia largo para mi. Me sente en una de las bancas que se encontraban en aquel desierto lugar y poco a poco comenze a dormitar.

Mis ojos se abieron con sorpresa al sentir un frio viento poco usual en el pueblito donde vivo. Al alzar mi vista pude verlo: Un apuesto chico de piel palida,de unos 16 o 17 años de edad, tenia un bello cabello blanco que brillaba como la luna misma en medio de esa oscura noche, traia puesta una camisa gris y una especie de chaleco negro rasgado por la parte inferior y un pantalon igual de negro. Sus ojos eran extraños y atemorizantes. 

Eran de un profundo color negro, y en el centro brillaba un interesante aro rojo . Tendio su mano blanca hacia mi y me sonrio amablemente. Inconcientemente tome su mano , estaba helado, como el hielo mismo.

-s...¿se encuentra bien?- le pregunte preocupada por su inusual temperatura. Mas él sin contestarme solo volvio a sonreirme. Entonces repentinamente tiro de mi mano haciendome chocar contra el. 

-ah..humm..esto...di...¿disculpe?...- balbucee confundida por sus acciones.

Lograba sentir como mis latidos chocaban contra su duro pecho y como mis mejillas se enrojecia al instante.

- no te muevas...- susurro con dulzura en mi oido. Tras esas palabras mi cuerpo se congelo por completo. Solo fui capaz de sentir un punzante y agobiante dolor proviniente de mi yugular un poco mas arriba de mi clavicula izquierda. 

Solo fui capaz de gritar debil y ahogadamente preguntandome en mi interior."¿que diablos es este dolor...?" aun incapaz de moverme.

Despues de un momento de agobiante dolor, el apuesto chico se aparto de mi .

-muchas gracias...Himeji-san - dijo sonriendome mientras limpiaba lo que parecia ser sangre de sus labios.

-¿eh...?- pregunte con debilidad.

Entonces cai al suelo de rodillas. Lo ultimo que vi fue la espalda de ese chico alejandose.. Despues de eso todo se volvio oscuro y confuso para mi.