domingo, 25 de agosto de 2013

Capitulo 2: "Sueños y Coincidencias"

Capitulo 2: "Sueños y Coincidencias"

Abri mis ojos de golpe provocando un repentino y debil dolor en el interior de mi cabeza.

-ah...- me queje poniendo una de mis manos sobre mi craneo 


-Yumeko, ¿estas bien?- escuche preguntar a una voz familiar para mi.


-Si... creo... ¿donde estoy?- cuestione mientras miraba a mi alrededor confundida.


-Estas en tu habitacion- respondio mi madre quien estaba sentada en el borde de mi cama - nos preocupamos mucho cuando Koho-san te trajo anoche, dijo que te habia encontrado inconciente a mitad del parque- comento sin dejar de mirarme preocupadamente.


-¿inconciente?- repeti conmocionada.


-si, Yumeko, ¿estas bien?- volvio a preguntarme mientras ponia su mano sobre mi frente.


En ese momento una imagen se vino a mi mente: El parque nocturno y un apuesto chico de cabello blanco y ojos que daban miedo. Lleve mi mano derecha inmediatamente a mi cuello donde en mi sueño el chico me habia mordido.


-Estoy bien, solo que ayer fue un dia agitado, supongo que me desmaye debido a eso- respondi sonriendo mientras me relajaba.


-... ya veo...- respondio mi madre sin dejar de posar sus azulados ojos sobre mi.


-Es enserio- insisti antes de quitar la cobija que cubria mi cuerpo - estoy bien mamá- repeti mirandola a los ojos.
Ella suspiro y se levanto de mi cama.


-Entiendo, cambiate entonces para ir a la escuela- dijo acariciando mi negro y largo cabello antes de retirarse de mi cuarto.


Me levante de mi cama para dirigirme al baño y al verme al espejo note algo que me sorprendio.


Retire algunos mechones que obstruian la vista en plenitud de mi yugular para poder ver mejor. Dos diminutos puntos estaban cerca de mi clavicula pareciendo ser picaduras de insecto, pero... ¿Lo eran? Nunca antes un bicho habia dejado marcas diminutas y a una distancia tan proxima. Una escena de mi sueño se vino a mi cabeza en ese momento, aquel apuesto chico habia me mordido.


-imposible-murmure mientras ocultaba una risa, era estupido pensar que ese sueño habia sido verdad ¿no es asi? .


Aunque me habia dicho eso a mi misma esa idea no dejo de rodear mi mente en todo el dia. Era imposible, por dondequiera que fuera visto, ¿que clase de persona muerde a otra? y lo que era mas ¿por que dejaria dos pequeñas marcas?, era una idea estupida, seria una idiota si creyera que esa vision del atractivo chico habia sucedido en realidad.


Suspire y deje caer mi barbilla contra mi mesa, todo el dia habia estado distraida pensando en ello qe ni siquiera me habia dado cuenta que ya habian terminado las clases.


-diablos- murmure mientras comenzaba a guardar mis cosas en mi maletin y me levantaba de mi lugar.


-Himeji-san, hoy te corresponden los deberes- anuncio Izana Aoi, la tipica representante de clase que hace babear a los estudiantes, ella es alta, de unos 168 cm, su piel es palida, casi como la mia, su cabello castaño claro y largo hasta los muslos y sus ojos son de un color dorado tipico en los habitantes del pueblo, pero aun asi no dejan de ser hermosos, sin mencionar que es reservada y de alguna manera el uniforme encaja a la perfeccion con su cuerpo.


-Ah, lo habia olvidado- respondi mirandola- gracias-complete antes de salir del aula dejando atras mis cosas.


Ah... estaba demasiado distraida, ¿por que demonios me preocupaba un tonto sueño y unas inocenes marcas de insecto?.


Comenze a asear el salon proponiendome a m
i misma dejar de pensar en eso, no valia la pena perder el tiempo en esa clase de cosas sin sentido.


Mira la ventana despues de un rato, ya estaba oscurenciendo, el color del cielo era rojizo y unas estrellas comenzaban a aparecer, me habia tardado demasiado limpiando el salon. Me apresure lo mas posible en terminar de una vez y tras dejar cada cosa que habia usado en su lugar sali finalmente del edificio escolar.

En realidad no habia peligro de salir noche, era un pueblo tranquilo y como la poblacion era poca todos nos conociamos, o al menos todos conocian a mis padres, sin mencionar que cuando anochecia ya no habia nadie en las calles pues la hora de dormir era acostumbrada al oscurecer.


Sin embargo, un extraño sentimiento me inundo repentinamente, sentia escalofrios y las piernas comenzaban a temblarme, y tampoco el frio viento de otoño que se presento de pronto ayudaba mucho en esos momentos.
No supe en que momento comenze a caminar con tanta rapidez, estaba casi ya corriendo cuando me di cuenta. Pero algo me obligo a frenarme y mirar hacia atras.


Una silueta familiar se hizo presente ante mis ojos mientras caminaba, me detuve y mire temblorosamente hacia atras para confirmarlo.


-Buenas noches, Himeji-san- saludo aquel chico de cabello blanco y piel palida mientras curveaba sus labios en una media sonrisa y mirandome fijamente con sus oscuros y atemorizantes ojos.


En ese momento me quede en shock. Ese...Ese chico estaba en mis sueños de la noche anterior... asi es, solo un sueño... ¿Entonces por que...?


-¿Me recuerdas?- pregunto en tono burlesco antes de dar pasos hacia mi y extenderme su palida mano.


-Espera... ¿Quien...quien eres?- interrogue tambaleante mientras retrocedia asustada y confundida.


-...- él sin responderme permanecio sonriendo y caminando hacia mi.

Decidi correr al ver sus tenebrosos ojos fijos sobre mi, pero era demasiado tarde, una blanca y fria mano sujeto mi brazo impidiendome huir.

-Para...detente...-murmure aun confundida por la situacion. Mas el sin embargo siguio acercando su rostro a mi y se dirigio de nuevo a mi cuello -DETENTE!!!-grite al sentir su helado aliento sobre mi calida piel.

El se aparto enseguida y dando una rapida mirada hacia atras de él maldijo y escapo corriendo.

-¡¿Yumeko-chan!?-se acerco preguntanto unos segundos despues Taito-san,un anciano que me conocia desde que yo habia nacido.-¿Pasa algo?- cuestiono aproximandose mas a mi dejando ver su preocupacion en su arrugado rostro.

Me limite a negar con la cabeza sintiendo alivio en mi interior.

-No pasa nada, un... un bicho se acerco demasiado a mi y me sorprendio- menti poniendo una mano sobre mi aun exaltado pecho.

No es como si pudiera decirle la verdad.Ni siquiera yo la creia, ¿un chico me acababa de atacar? vamos, es un pueblo tranquilo.

-Ya veo... Bueno, me alegra que estes bien, como sea, se hace tarde, ve a casa con cuidado - dijo sonriendome.

-si, muchas gracias- respondio haciendo una reverencia antes de seguir mi camino a casa.

...¿que diablos acaba de pasar?...

No hay comentarios:

Publicar un comentario